14 de diciembre de 2008

VIRGINIA MAESTRO, o mejor dicho, LABUAT...

Hacía tiempo que venía dando vueltas a la idea de actualizar el blog con algo de Virginia Maestro, la adorada y odiada a partes iguales ganadora de la última edición de OT, pero he tardado taaaanto en hacerlo que se me ha quedado un tanto desfasado el tema.

Con unos ojos de ensueño y un particular timbre de voz ha conseguido encandilar a media España, a la vez que . Y es que, señoras y señores, el fenómeno fan que esta joven sevillana ha despertado se iguala a la de algunos concursantes de la primera edición -sí, aquellos que todavía perduran en nuestra memoria y que casi todo el país podría recitar de carrerilla como la alineación del Madrid un seguidor del equipo blanco-. A pesar de ser considerada como la Idaira de esta edición -famosa concursante de la cuarta edición de Operación Triunfo por su "afinación dudosa" (términología utilizada por Noemí Galera), así como por las polémicas derivadas del sistema de votaciones del concurso, que la mantuvieron hasta el final, superando cada nominación, para luego ser la menos votada en la última gala y consecuentemente, expulsada-, y a pesar de ser víctima de duras críticas del jurado -especialmente de la amargada Noemí Galera-, se ha mantenido imbatible hasta el final de la edición, consiguiendo alzarse con el triunfo, eliminando a rivales tan duros como el américano Chipper y el polivalente Pablo, quizás más preparados para una trayectoria mucho más comercial dentro de la música que Virginia.

Con su victoria, ha quedado patente el hastío de la audiencia hacia el formato, que cada año que pasa demuestra aún más que sólo ofrece un entretenimiento pasajero, volátil, efímero... y es que Operación Triunfo está agonizando paulatinamente, hasta que, más tarde o más temprano, caiga víctima de su propio aburrimiento. Prueba de todo ello son las trayectorias profesionales de los concursantes del mismo, en un mercado muy competitivo como es el mundo de la música no dejan de sacar discos de versiones que intenten aportar mayor rentabilidad a las discográficas y a ellos mismos en detrimento de apostar por la variedad musical con temas originales.

Sin embargo, he de reconocer que, de Virginia, espero un disco de versiones de Jazz y Soul en algún momento de su trayectoria, y que nos deleite, como ya hizo dentro del concurso en las clases de Manzo, con clásicos como "Somewhere over the rainbow", "Yesterday", "I only wanna be with you"... de una forma similar a como hizo en su día la desaparecida Eva Cassidy.

Ahora, para pena de muchísimos fans entre los que me incluyo, en un lavado de imagen potenciado por su propia casa discográfica, y con el objetivo -algo equivocado, en mi opinión- de distanciarla de ese soporte televisivo que la impulsó al estrellato -La Academia de OT-, le han sugerido un cambio de nombre artístico, siendo "Labuat" el elegido.

Al parecer la muchacha se siente encantada con el cambio de nombre y se ha decantado por ese precisamente porque cree representar muy bien su música y su manera de ser, en un comunicado que escribió en uno de los foros de sus múltiples fans, pertenecientes al movimiento comúnmente conocido como la "Marea Azul".

Tengo que deciros que este nombre artístico me enganchó desde el primer momento y me siento muy identificada con él, es algo diferente y su sonido me encanta…lo cual casa mucho con el proyecto en el que ya sabéis que estoy trabajando, el que será mi primer disco.
Según se comenta en la red, en páginas como fandemia, cuyos redactores no han dejado de lado la oportunidad de criticar este cambio de identidad de la artista, el nombre de Labuat es una castellanización del término francés "La Boîte" que significa "caja de música" -según yo estudié en el colegio también puede ser traducido coloquialmente por "discoteca" :S pero parece que nadie tiene en cuenta esa acepción, al menos en las webs que he tenido oportunidad de leer-.

Yo, sin embargo, a pesar de que no me guste especialmente ese cambio de nombre -me parece inadecuado e incluso cacofónico-, le deseo lo mejor y espero con ansia ese próximo trabajo en el que está inmersa, como dice ella misma "contenta, ilusionada, entusiasmada, involucrada, dichosa, afortunada…". Ojalá que, realmente, nos consiga regalar ese sonido diferente que tanto echamos de menos en el mercado español y que nos demuestre que el nombre de un artista es lo de menos, como ya lo ha hecho Pitingo con su mezcla de Soul y Flamenco.

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